lunes, 7 de enero de 2008

THE DOOR IN THE FLOOR (de Tod Williams)

“Otra casa, otro hijo…en definitiva otra vida” podemos decir que es la frase que resume la esencia de esta gran película, una frase que sale de boca de la enigmática Marion, mujer interpretada con gran acierto por la veterana (y siempre guapa) Kim Basinger. Son palabras que describen perfectamente lo que es la película porque, esta historia sencilla, basada en la novela de Jhon Irving Una mujer difícil”, no cuenta más que eso,"una época triste de lo que fue un largo y feliz matrimonio" (palabras que emanan igualmente de boca del otro personaje principal de la película, Ted, el marido de Marion, interpretado sin menos talento por el gran Jeff Bridges).

Este film habla de las relaciones humanas y del dolor que surge cuando se pierde a lo que más se quiere en el mundo. Marion y Ted son dos personas que andan perdidos por el mundo, divagando por la vida sin sentido alguno. Y en ese sin rumbo vital es donde entra en juego la naturaleza de esta película…donde se mezclan sentimientos, ilusiones, amores adolescentes, inocencia infantil y otros ingredientes que convierten a este film en una presentación encadenada de actos humanos cargados de decadencia, caos y desorden.

El drama está en el trasfondo, pero en ese “seguir para adelante con la vida cueste lo que cueste” es de donde surgen situaciones a lo largo de la película cargadas de inocencia e ironía.

The door in the floor, en castellano La puerta en el suelo, es el título de uno de los cuentos infantiles que Ted, consagrado escritor de cuentos infantiles, ha publicado con más éxito y en ese afán de retomar su vida profesional contrata a un joven ayudante llamado Eddie, con el fin de que le ayude en las revisiones de sus textos…y Eddie se convierte en la gran lanzadera de esta película.

Os recomiendo 100% que descubráis viendo esta película de qué forma más tierna e inocente comienza Eddie a enamorarse de Marion y su proceso de acercamiento a ella…no os va a defraudar. Hay un par de escenas dotadas de mucha originalidad, gracia e inocencia. Este es el verdadero cine, el que te hace soñar y revivir tiempos pasados y el que evoca al adolescente que todos fuimos alguna vez y que de vez en cuando nos sale del lado más adentro que tenemos cada uno.

Para acabar de intentar transmitiros inquietud de quererla ver, os recomiendo otra gran escena que transcurre poco antes del final de la película. Me refiero a la descripción que hace Ted (Jeff Bridges) al joven adolescente Eddie de cómo ocurrieron los hechos que desencadenaron en la terrible tragedia que está presente continuamente en la atmósfera de esta historia. Es impresionante la fuerza narrativa y descriptiva que tienen sus palabras (no las imágenes) ya que no estamos ante una película morbosa sino tierna y sentimental.

Por último, la última escena final…también es muy metafórica, como realmente lo es toda la película en sí y la propia novela en la que está basada el film, a si que os remito a ella y ya me contaréis qué os ha parecido.

3 comentarios:

Kinush dijo...

Hola Ricardo, tu blog también está bastante bien. Además de un tema del que estoy ultimamente muy perdido...el cine.
Seguro que te interesa el blog de un amigo que estudió cine y teatro y escribe que no veas, te paso su blog:

http://www.cinemusilibros.blogspot.com/

pues nada un saludo y me alegro de que Lola nos haya blog-presentado. je,je

Ana Pedrero dijo...

¡¡Madre mía la que estamos liando!!. Me encanta. Ricardo, te sigo debiendo leerme el blog con detenimiento, así que ya te iré comentando cositas.
Mientras, te devuelvo la visita y te digo que ya te tengo un mono preparado en la fábrica para que te pongas manos a la obra por allí cuando quieras.

Un abrazo.

Unknown dijo...

Kinush, gracias por el blog que me recomiendas, tengo que volver a pasarme para verle con más detenimiento pero ya he visto alguna entrada publicada de mucho interés.

Y a tí, Berrendita, gracias por enlazarme en tu blog con el títular "Nos vamos al cine"...muy original!

Ya volveré a pasarme por ahí para comprobar qué tal vá mi fábrica de los sueños.