martes, 24 de mayo de 2011

Hay una gran diferencia entre un fracaso y un fiasco
















“Alguien dijo una vez, que hay una gran diferencia entre un fracaso y un fiasco. El fracaso es simplemente la ausencia de éxito. Cualquier idiota, puede tener un fracaso. Pero un fiasco, un fiasco… es una catástrofe de dimensiones míticas, un fiasco es una leyenda que se va transmitiendo unos a otros para que se sientan más vivos porque… no les pasó a ellos”

Pues así comienza esta curiosa película, muy recomendable de ver… y que tiene como protagonistas principales, a los dos personajes que tenéis de espaldas en el fotograma escogido, disfrutando de un relajante paisaje.

¿Sabéis de qué película estamos hablando?

miércoles, 11 de mayo de 2011

LA CRÍTICA INVITADA: Man from Earth (de Richard Schenkman)


AUTOR DE LA CRÍTICA : Eduardo García

Quiero hablaros de una película poco conocida y que descubrí, no me acuerdo cómo, llamada Man from earth y que se ha hecho más conocida a través de internet y los programas p2p (de lo cuál el director, por lo que he leído, no sólo no reniega, sino que se congratula)

¿Se puede hacer una película de ciencia ficción sin aliens, sin explosiones, sin monstruos, con un presupuesto de unos 200.000 dólares? Pues sí.

¿Y además que enganche, que como nos pasa con algunos libros, estemos ansiosos de pasar una página más y ver que pasa? Pues si.

¿Buenas actuaciones, guión sólido, interesante y que a mi me atrapó en el sofá? Pues sí.

La historia es muy sencilla. Un profesor de universidad se muda y sus compañeros le organizan una despedida, acuden a su casa mientras está empaquetando todo. Hasta aquí sin más, ¿verdad? Sus compañeros le tienen aprecio, así que le preguntan si todo va bien, por qué se va repentinamente después de 10 años. Él en principio da respuestas vagas. Los compañeros intuyen que hay algo más e indagan.

Ojo, que cuento algo de la trama, donde reside el meollo... El protagonista se debate entre contar la verdadera razón por la que tiene que irse, un secreto, algo que no le creerían jamás, algo que cambiaría su relación con ellos y a ellos para siempre, algo que jamás ha contado a nadie. ¿Lo cuento? Parece un hombre sensato, inteligente y buena persona. Casi mejor no lo cuento, somos amigos y quien sabe el efecto que tendrá si lo cuento, sería un antes y un después en nuestra relación, en su vida entera, sin marcha atrás...

Pues si que lo cuento. Y aquí es donde las conversaciones me atraparon. Todo empieza con un juego que da pie a unas conversaciones interesantes del ¿qué pasaría si...?

Los compañeros le siguen el juego y la conversación es interesante, amena y divertida. Hasta que con una frase abrupta, el protagonista John Oldman provoca el cambio de la hipótesis a la realidad:

¡Les dice que tiene 14 mil años, y que lleva desde entonces en la tierra!

Los compañeros se debaten entre la confusión, la diversión, el malestar...pero siguen el juego. Resulta que los amigos son profesores de historia, arqueología, biología o literatura cristiana, con lo que se generan dos debates interesantísimos. Primero, quién cree o no lo que dice, si es una broma, un juego o simplemente John está loco. Y segundo, los que no creen por poner en duda lo que dice y comprobar que no es cierto y los que creen por verdadero interés, les inquietan una gran cantidad de preguntas, cada uno del tema en el que es experto profesor de universidad.

Uno de sus amigos, preocupado porque la broma está yendo demasiado lejos, llama a un colega psiquiatra, que acude para hacer más preguntas.

Y John responde a las preguntas, una por una, todas. Con una sensación de honestidad y certeza que confunde más a sus amigos. Cada uno reacciona de una manera, desde el interés divertido de “sigámosle el rollo a ver lo que cuenta” hasta el enfado de “este tío me está tomando el pelo o está verdaderamente loco”, pasando por la confusión, el interés por lo aparentemente imposible, la duda razonable, la imposibilidad de confirmar o desconfirmar su historia...

La tarde va dando paso a la noche, hace frío en su casa, apartada, humilde, sin apenas mobiliario, adquiere protagonismo la chimenea sobre la que se reúnen. Cada vez hay más tensión, diálogos ágiles, revelaciones sorprendentes, etc.

La trama va subiendo en intensidad según va oscureciendo, hasta que John Oldman, a regañadientes y frente a una pregunta insistente, realiza una revelación impactante (que no voy a contar).

Más interés, más confusión, más dudas, más incredulidad, más enfado... pero que siga contando...

En toda la trama el espectador es uno más, se mete en el salón de la casa con sus amigos, se imagina lo que le preguntaría, cuestiona sus respuestas, le cree, piensa que es una broma, que está loco, etc.

Por supuesto, el final es por decirlo de alguna manera ambigua, dramático. El que no quiera saber nada más que vaya a verla y siga leyendo luego.

A mi el final me pareció un tanto enrevesado, rebuscado, exagerado. Hubiera preferido un final más abierto, más sutil. Aún así, sorprende e impacta, cuestión de gustos, a mi no me convenció.

Como curiosidades, para los que queráis investigar más en Wikipedia por ejemplo, el guión es de un tal Jerome Bixby, lo empezó en 1960 y lo acabó en 1998, uno delos amigos de John Oldman es William Katt, "El superhéroe americano" (serie que los de mi generación seguro recuerdan). La banda sonora acompaña, y adquiere especial relevancia cuando se escucha a Beethoven, sinfonía nº7 segundo movimiento, una parte que siempre me ha gustado, que también aparece en la película Zardoz.

Con pocas películas me ha pasado que al terminar de verla te quedas con ganas de volver a verla entera otra vez, Memento por ejemplo, pues me pasó con esta.

Y como me sucede con "La invasión de los ultracuerpos" (1978), dan ganas de imaginar una continuación, una serie que profundice en el tema, no se, pero es algo así como "yo quiero más de esto". Y por supuesto, como pasa con otras películas, dan ganas de hablar de ella con amigos.

Me lo pasé genial viéndola, me secuestró los sentidos de principio a fin. Espero que viváis algo parecido y la disfrutéis.

AUTOR DE LA CRÍTICA : Eduardo García

martes, 3 de mayo de 2011

Comunicar emociones




















“Todas las experiencias son positivas. Si no hay sombras, no puede haber luz. En la interpretación encontré un orden en medio del caos. Es como si hubiera nacido con la necesidad de comunicar emociones”

Penélope Cruz

Si quieres ver todas las pruebas de diseño realizadas para poder elegir finalmente la imagen seleccionada de Penélpe Cruz, haz clic aquí

Fuente: Revista Fotogramas