miércoles, 25 de junio de 2008

LA ARDILLA ROJA (de Julio Medem)

"No recuerdo absolutamente nada y además no me importa. ¿Tú me quieres?"

Posiblemente sea La ardilla roja, junto con Tierra, la película más personal de Julio MedemAuténtica, pura, rodada sin ataduras, con pinceladas surrealistas y con un estilo muy personal… Posiblemente sea la más “Medem” de toda su filmografía.

"¿Cómo son tus ojos?... ¿de qué color son?"

La historia que nos cuenta está envuelta en una gran estratosfera surrealista, de casualidades, de coincidencias, de engaños, de pasiones, de recuerdos, de olvidos…

"¿Mis ojos?, ¿qué cómo son mis ojos?... ¡qué imbécil!... no me acuerdo de mis ojos"

Julio Medem fue innovador con la estética de la película… Juega con planos cortos fundiéndoles con paisajes llanos y áridos o con planos rodados con una estética “pop” como es, por ejemplo, la escena de Emma Suárez con vista de "ojo de pez" captada desde el interior de la misma gramola... O instantes llenos de originalidad como es el protagonizado por la propia Emma cantando en alemán en la ducha del camping...

"¿Cómo has dicho que me llamo?"

"Lisa"

"Yo no me llamo Lisa"

“Viene de Elisa, pero yo siempre te he llamado Elisa”


El film posee una estética innovadora y escenas extrañas llenas de creatividad y misterio... Durante dos horas estamos sumergidos en un "mundo Medem" esencialmente surrealista y onírico.

Además esta película se caracteriza por la gran naturalidad y cercanía que muestran de una manera magistral todo su elenco de actores.

Por un lado tenemos a un Nancho Novo que es Jota y Jota es Nancho Novo. No conozco personalmente a Nancho pero me le imagino tal cual, con una personalidad como la de Jota. Un tío reservado pero a la vez cercano y campechano, en definitiva, un buen tipo.

“Ojos azules que se enredan… Y una larga lengua de gata”

Por otro lado tenemos a Emma Suarez dando vida a Lisa… y la ocurre un poco lo mismo que a Nancho, es decir, que Lisa es Emma y Emma es… Sofía! Qué lío, mejor la veis y entenderéis lo que os quiero decir. En definitiva, que Emma está en este papel más natural (y guapa!) que en ninguna otra película suya.

“Hola, soy Lisa, tu novia amnésica, ¿te acuerdas?”

No se si estamos ante la mejor interpretación de Emma de toda su filmografía. Posiblemente no y en cambio sí lo sean otras interpretaciones que, entre otras, nos regaló en Tierra, en El Perro del Hortelano o en Sobreviviré. Pero posiblemente sea en La ardilla roja donde más natural y “a gusto” se la ve disfrutando con su personaje. (Aunque cierto es que esta misma sensación la he vuelto a tener en una de sus películas más recientes, Bajo las Estrellas, donde igualmente encarna a personaje que tiene mucho de ella, un personaje “muy Emma”, es decir, un poco “alocada” pero con una personalidad muy natural y cercana)

“No te fíes nunca de esa rubia”

La película cuenta también con un Karra Elejalde que interpreta a un taxista castizo… Quizás sea ésta una de las interpretaciones más naturales y geniales que haya visto en mi vida. Porque a priori se sabe que es Karra sino os podría contar perfectamente que fue un actor sacado de la calle, de propia parada de taxis de Vitoria... y quedaría creíble. Encarna a Antón , un taxista fanfarrón que se enorgullece de hacer una media de 170km a la hora desde el camping hasta Vitoria y vuelta...

"… Las ardillas rojas también son mañosas, humildes y ligeras como las moscas… mentirosas, huidizas, aunque estratégicas, sinuosas y muy capaces de urdir hábiles planes a espaldas de los hombres”


¿Y María Barranco?… Igual, genial en su papel de Carmen, mujer de Antón. Nos regala una interpretación soberbia, sencilla, natural y llena de humildad. Da vida a una madre muy servicial, amable, hospitalaria, detallista, sociable… De los mejores papeles que la he visto interpretar a María. Una gran interpretación, una gran actriz.

Y con el personaje más oscuro y misterioso… tenemos la interpretación inusual y a la vez genial de un Carmelo Gómez dando vida a Félix, un personaje atormentado y con el corazón roto por amor. Estamos ante un Carmelo Gómez desconocido porque allá por el año 1993, cuando se estrenó esta segunda película de Medem, Carmelo no era aún un rostro conocido del cine español y con su interpretación en La ardilla roja, de tipo poco cuerdo, violento y atormentado… marcó al espectador. Pero el tiempo se ha encargado de demostrarnos un perfil todo lo contrario al que dio vida en La ardilla roja y sus papeles posteriores han seguido más una línea interpretativa... acorde con "la buena gente" que con toda la seguridad seguro que lo es en su vida real.

“Yo soy su ángel. Sin el amor de Sofía no existo, mi cabeza se ahueca, mis huesos se doblan y deja de correr sangre por mis venas”

Un Carmelo Gómez con un aspecto muy joven que está al mismo nivel interpretativo que el resto de los actores. Su personaje de Félix está lleno de fuerza y rencor.

“Sofía me acuerdo mucho de tu olor, desde que te fuiste de casa, ya no corre el aire, me ahogo, a si que he venido a recogerte”

Junto con estas cinco interpretaciones tenemos otras de carácter más secundario, pero no por rello de menos calidad, como son, entre otros, las de Cristina Marcos, Chete Lera (Salvador), Gustavo Salmerón (Luis Alfonso) o las de los niños Elena Irureta (Begoña), Ane Sánchez (Cristina), Eneko Irízar (Alberto) que complementan perfectamente el excelente plantel interpretativo del que goza este film.

"Entonces tu, sabes llevar la moto o no?"

"Que te conteste la rubia… a ver que se inventa"

"Jota es un inútil, no sabe hacer nada… sólo follar, cocinar y mentir"


Toda la película, excepto la escena inicial en la playa de San Sebastián, está invadida por un paisaje árido, calizo y llano que nos invita a jugar con la imaginación para atrevernos a pensar que estamos ante un adelanto paisajístico en el subconsciente de Julio Medem para la que tres años después. en 1996, fue su tercera película, Tierra... Viento, tierra rojiza...

“Sofía tiene una mente portentosa, algún día lo reconocerás…”

La película tiene esencia surrealista, onírica, posee escenas sumergidas en un sueño profundo gobernado por la sin razón. Genial mundo Medem donde tiene cabida temas como son la telepatía, la comunicación de mente extracorporal, hipnosis

“Sofía, te necesito para respirar, sin ti me falta el aire”

Quizás el guiño surrealista más daliniano del todo el film lo representa la grabación del video Elisa, del ex-grupo de Jota, Las Moscas…

"...Elisa, sueño, pájaro de hierro azul. Elisa… Misterio!!..."

Como se dice en la propia web de Julio Medem “Como en todas sus películas Medem se nos revela como un maestro en la dirección de las secuencias íntimas donde aparece dos personajes, proporcionando a esos momentos un clima de ensueño e irrealidad, idealizándolos, incidiendo en la subjetividad de ambos. Como ejemplos tenemos todas las secuencias en que Jota y Lisa nos deslizan en su juego de mentiras y falsas apariencias, o los sueños de Lisa (sus incursiones en el pantano, el encuentro con Félix y Jota, etc.)"

Toda la película está envuelta en una atmósfera que acoge y protege una gran mentira consentida y fingida por sus propios protagonistas, Jota y Lisa. A los dos les conviene escapar de sus vidas y salir de sus respectivas jaulas vitales… Necesitan emprender algo nuevo y distinto aunque sea arriesgado. Este gran “teatro” permitirá a ambos reinventar sus vidas y reencontrarse de nuevo con sus almas. Olvidarse de sus vidas pasadas… empezar de cero.

En este sentido, me gustan mucho los dos siguientes comentarios que me he encontrado navegando por el mundo virtual:

“Allí, en el camping tejen una trama de mentiras y engaños sobre una relación inexistente pero que ellos crean a partir de sus deseos. ¿A quién no le gustaría poder reinventar su vida, dejando a un lado aquello que fuimos y no nos agrada ver desde el presente? ¿A quién no le gustaría reconstruir su propia vida sin que nadie nos recuerde lo que hemos sido?”

“Una película ingeniosa y con un fino sentido del humor, con dos protagonistas que pugnan por dominar el juego de la mentira en el que están inmersos. Llena de imágenes sugerentes y situaciones desenfadadas, narradas con un ritmo ágil”

Según va avanzando la historia se va haciendo una película más de autor, más irracional, más "Medem", más surrealista.... más extraña y personal…

Realmente estamos ante una película difícil de catalogar o encajar en algún género cinematográfico concreto, como sostienen las siguientes dos críticas:

Cinemanía: "Historia de amor inclasificable que puede atraer o poner de los nervios con la misma fuerza. Su film menos redondo"

El País: "Oscura y complicada, con unas interpretaciones muy trabajadas"

Y para acompañar este mundo extraño y complejo sumergido en la sin razón… tenemos la música excelente de Alberto Iglesias que se funde perfectamente con las escenas y paisajes áridos… Como se dice en la propia web de Julio Medem:

“... la música de Alberto Iglesias, siempre atractiva. Hay que añadir que el propio Julio compuso las letras de las curiosísimas canciones que aparecen en la película, La ardilla roja y Elisa (el éxito del grupo de Jota, Las Moscas, con ese inefable vídeoclip), en este caso orquestadas por el músico y productor Suso Sáiz e interpretadas por el ex-miembro de 21 Japonesas Txetxo Bengoechea”

La escena de la carretera con curvas, al borde del pantano del final... apasionante, espectacular... Gran final, gran película... gran Emma.

“Jota te quiero desde mis entrañas… y tú?”

He elegido La ardilla roja como la película número 50 comentada en este humilde blog porque es una película a la que tengo un especial cariño y simpatía… ¿Razones?... Quizás porque me quedé más prendado que nunca del misterio y magia que desprendía Emma Suarez cuando disfruté de ella por primera vez en la sala de un cine allá por el año 1993. O quizás porque meses después, mi chica me regaló la película con una bonita dedicatoria… O quizás también porque años después, en el 2002, tuve el privilegio y la suerte de poder saludar y conocer a Emma, tras ver la obra de teatro Las Criadas en el Teatro Barakaldo… y me firmó la carátula de la película La ardilla roja.

“Te acuerdas de algo?”

“No, sigo igual”

“Mejor , me gusta más así, amnésica”


Por todo esto he querido homenajear a esta película tan significativa para mí. Pero es que además creo que estaba en deuda con Emma ya que hasta ahora sólo había comentado una película suya, La Dama de Porto Pim y como ya comenté en aquella entrada, no fue la mejor elección para hablar por primera vez en este blog de una interpretación de Emma Suarez ya que su papel en ella no es precisamente el mejor de su filmografía.

“Para Ricardo, un beso y Suerte!” es el deseo que dejó escrito Emma en la carátula de la película.

“Besos y hasta pronto!” son también las palabras que reflejó Emma en la propia entrada de la obra de teatro (que por supuesto conservo como un tesoro) y que protagonizó junto con las actrices Mónica López y Maru Valdivieso, las cuales mostraron la misma amabilidad y simpatía que Emma.

Gracias Emma por tu deseos… y gracias a todos los que habéis leído o dejado comentarios en estas 50 primeras películas comentadas en este lugar de encuentro cinéfilo y que espero que sigan siendo muchas más, siempre y cuando siga contando con vuestro apoyo. GRACIAS.

jueves, 19 de junio de 2008

LA CAJA KOVAK (de Daniel Monzón)

“El mundo está lleno de burócratas y gente gris que necesita ver… para creer. No quieren teorías, exigen pruebas… y no me refiero a las que se hacen con animales”

No soy muy aficionado a las películas de miedo, ya que cada vez disfruto menos con historias que no permiten al espectador disfrutar de un estado de tranquilidad y relajación permanente. Películas que no conceden tregua alguna y obligan a estar en continua alerta, provocando angustia, miedo… Pero de vez en cuando es muy agradable encontrarse con una película que, además de provocar todas estas sensaciones, no se queda solamente en eso y va mucho más allá del susto, consiguiendo hacer reflexionar y pensar al espectador una vez vista.

La caja Kovak es una película que tiene un guión tan original y tan bien trabajado (realizado por el propio director, Daniel Monzón, en colaboración con Jorge Guerricaechevarría), que una vez visionada invita a tener un coloquio sobre los hechos narrados. En mi caso, al día siguiente de verla, dentro de mi cabeza seguía la película y junto con ella… muchos interrogantes… ¿y si realmente se pudiera llegar a tener algún día tal control sobre las mentes humanas?... ¿y si una vez más la realidad supera la ficción?... ¿y si ya se ha dado algún caso parecido en la vida real pero no se investigaron bien las causas?... ¿y si…?...

Y que una película provoque todas estas inquietudes e interrogantes es muy de agradecer… En esto también consiste el cine, ¿no creéis?... abrir un debate, provocar distintos puntos de vista, hacer reflexiones, teorías…

La caja Kovak es una película que tiene interés desde la escena inicial que tiene lugar en una cabina de avión, entre sueño y realidad… Y dentro de esta escena, una imgagen que recuerda vagamente a Alien… Auque al final, todo queda en un sueño… o no.

Una historia narrada al más puro estilo de “Dan Brown” ya que la trama de La caja Kovak está protagonizada por una pareja joven compuesta de ambos sexos que tendrán que pasar por multitud de penurias y aventuras... como así suele ocurrir en las novelas del más célebre autor contemporáneo. Bueno, tampoco os quiero confundir con esta comparación ya que esta película no está basada en ninguna de sus novelas… Es tan sólo una apreciación personal, ya que según está presentada y expuesta la acción de la película, recuerda al estilo narrativo de Brown.

“La cuestión es.. ¿se puede seguir escribiendo ciencia ficción? Porque la realidad comienza a parecerse cada vez más a un increíble trama surgido del retorcido cerebro de alguno de mis colegas que están dispuestos, por lo que se ve, en dejarnos a los demás sin trabajo”

Timothy Hutton interpreta con gran acierto a David, un reconocido escritor de best-sellers de ciencia ficción que es invitado a impartir una charla en una sugerente isla del Mediterráneo... en donde tendrá que enfrentarse a sus propios demonios… y a la pregunta: ¿qué ocurriría si el mundo imaginado en mis novelas se convirtiera en real?

“Después de 25 novelas aún disfruto con lo que hago. Me encanta el proceso. La gente me pregunta de dónde saco mis ideas… y creo… que se asemeja a una enfermedad. Me refiero que es igual a cuando abres una ventana o tienes que coger cada día el metro. Te expones a que te invadan virus”

Enseguida la película nos impacta y nos sumerge de lleno en la trama del guión con una escena impactante… tras el sonido inquietante (e irritante) de la llamada de un móvil...

Y entra en escena la segunda protagonista de la película, la española Lucía Jiménez que está muy digna en su papel “de chica que la ocurre de todo”. Con un personaje de perfil más bien americano que de película española, sin embargo Lucía sabe transmitir perfectamente con su personaje de Silvia toda la credibilidad que requiere su papel. La película fue rodada en inglés por lo que os recomiendo, una vez más, que la disfrutéis en versión original (con o sin subtítulos) ya que, curiosamente (e inexplicadamente), en la versión doblada al castellano no es la voz de la propia Lucía la que se puede escuchar.

Como tercer personaje clave de la historia, tenemos a Kovak, el gran confabulador de la trama, que es interpretado por David Kelly (que lo recordaréis por ser el abuelo de Charlie… y su fábrica de chocolate), aunque aquí su personaje… es bastante más oscuro.

Si cogemos a estos tres personajes principales y alguno más de carácter secundario, y les mezclamos con diferentes ingredientes como son una buena dosis de acción, un guión serio y una intrigante melodía… obtenemos como resultado una película muy entretenida de ver para los ojos de espectador aunque en lo que se refiere a su realización global… deja un poco que desear...

En este sentido, existen comentarios críticos con el film como es el siguiente que aparece en la web de La Butaca:

“En efecto, ni la música del indispensable Roque Baños, inspirada y enérgica como de costumbre, haciéndose eco de la herencia de Hermann y Goldsmith, ni el buen oficio de Monzón tras la cámara, ni siquiera la buena voluntad de un espectador predispuesto a poner el piloto de suspensión de incredulidad y entrar en el juego, consiguen hacer remontar el vuelo a un guión que, arrancando bastante bien y desarrollándose mejor, se pierde en sus propios vericuetos y acaba pulverizando todo rastro de credibilidad (y, lo que es aún peor, de interés).”
Y es que, aunque la película arranca magistralmente (la primera media hora es muy buena) y que en general mantiene la tensión y el interés, sin embargo en el ecuador del film el ritmo decae ligeramente y se echa de menos algo más de emoción y vibración. Llega un momento en que la historia alcanza un punto muerto, se estanca y el trama empieza a alargarse un poco más de la cuenta.

“A veces una sola imagen puede ser suficiente para que el virus pueda penetrar en mi organismo y empiece a crecer hasta apoderarse de mi cuerpo… y antes de darme cuenta mi única posibilidad de escapar… es escribiendo el libro”

Pero sí hay un logro que hay que reconocer a La caja Kovak es que en ella, a lo largo de sus 100 minutos de duración, el espectador no pierde en ningún momento el interés ni la curiosidad por saber qué ocurre en el desenlace final de la película… Es una película que, una vez vista, no deja indiferente a nadie (para bien o para mal) y además como os he comentado al principio de esta entrada... invita a reflexionar y a debatir sobre ella una vez visionada.

“El miedo, esa es la clave. Si todos los que se revelan contra el sistema acaban por quitarse la vida… el resto aprenderá a respetar las normas”

Si encima para adornar toda esta atmósfera de intriga y continua tensión ponemos la música inquietante de Roque Baños, pues ahora sí que ya tenemos todos los ingredientes necesarios para pasar una buena tarde en el sofá, con palomitas y algo de bebida. Tampoco os esperéis más que dos horas de entretenimiento (y angustia)… que no es poco.

En relación a Roque Baños, me parece interesantísima la información que añade la web de Zinema.com al respecto y que yo me limito a reproducirla:

Roque Baños ha arreglado y orquestado para la sensual y envolvente voz de Lucía Jiménez una de las canciones más tristes que se conozcan, Gloomy Sunday, una letanía de romanticismo enfermizo cuya leyenda negra extiende su manto hasta nuestros días. Su autor, el húngaro Rezsô Seress, la compuso en 1933 como catarsis del dolor que sentía tras el abandono de su amada; tenía irrefrenables deseos de quitarse la vida, algo que terminó haciendo en 1968, al tirarse por la ventana de su apartamento. La han interpretado, entre otros, Billie Holiday Artie Shaw, Mel Tormé, Genesis, Ray Charles, Elvis Costello, Marianne Faithfull, Serge Gainsbourg, Sinéad O'Connor, Björk o Sarah Brightman”

La caja Kovak cuenta también con una fotografía y ambientación mediterránea cuya hermosura, luminosidad y colorido de sus paisajes contrasta enormemente con la inquietud, ansiedad y angustia que sufren sus personajes protagonistas y que a su vez transmiten a los espectadores.

¿Cosas que sobran?... bueno, para gustos lo colores, pero quizás no es tan necesario tanto ambiente fúnebre y tétrico de algunas de sus escenas. Ni tampoco creo que sea necesario recrearse con tanto detalle en el aspecto de los cadáveres… Soy más partidario del cine que sugiere más que el que enseña… y La Caja Kovak enseña bastante y con excesivo detalle y quizás... juega bastante poco con la imaginación de los espectadores.

“Nuestra imaginación nunca es inocente, David. Desde el momento en que imaginó esa historia, empezó a existir. La autoeliminación, ahí radica todo. Su profecía se ha hecho realidad, Durante más de 50 años el mundo ha vivido en paz… gracias a una bomba. Ahora lo hará gracias a usted”

Y poco más que comentar sobre La caja Kovak. Tan sólo añadir que si algún día decidís verla y apretar el botón play de vuestro reproductor de dvd… pues bienvenidos a un mundo donde todo puede ocurrir y donde nadie está a salvo… ¿os atrevéis a comprobarlo?

domingo, 15 de junio de 2008

INTERIORES (de Woody Allen)

“Había dejado mis estudios de Derecho cuando conocí a Eve. Era muy hermosa, su pálida tez contrastaba con su vestido negro. Su único ornato solía consistir en un simple collar de perlas. Distante… siempre distinguida y distante”

“Cuando nacieron las niñas, todo funcionaba con tal orden y perfección, que si uno se para a analizar resultaba un tanto… rígido. Lo cierto es que vivíamos inmersos en un mundo que ella nos había creado en el que cada cosa tenía su lugar y en el que nada alteraba la armonía. Todo en él era… dignidad. Yo diría que era… un palacio de hielo”

“De pronto, un día, inesperadamente, un gran abismo se abrió a nuestros pies y me encontré con una faceta que yo… no conocía”

Estamos ante una historia lenta, pausada e intimista, con aires nostálgicos y abatidos… El propio Woody Allen comentó en alguna ocasión, con cierta ironía, que había realizado un film especialmente para los europeos, es decir, para gente con paciencia y poco amiga de las prisas… Para un público dispuesto a disfrutar de una historia con calma, de forma relajada. La película empieza como acaba, con la misma escena, desde el interior de una habitación… observando desde la ventana… el mar en calma.

Es un film lento, meditabundo, lleno de grandes silencios y reflexiones sobre la vidaEstamos ante un Allen distinto al que habíamos conocido hasta la fecha, sin sus vertiginosos e ingeniosos diálogos y sin sus gags cómicos a los que nos tenía acostumbrados hasta ahora. Interiores se caracteriza por contar con grandes y profundas conversaciones existencialistas teñidas con un aura intensa de nostalgia, tristeza y melancolía.

"Interiores es una aguda disección del comportamiento humano, sumamente provocativa, que marcó un punto de inflexión en el cine de Woody Allen. Tomando como referencia el cine del director sueco Ingmar Bergman, Allen evitó cualquier atisbo de comedia, para realizar un filme lento y reflexivo, planteado como indagación psicológica de sus personajes” se define con mucho acierto en el sitio web de Linkara.

“Quiero decir algo y voy a hacerlo sin rodeos. Las circunstancias lo requieren. He considerado el asunto con detenimiento y lo he analizado concienzudamente…. Creo haber sido un excelente marido y un padre responsable. Nada tengo que reprocharme, he cumplido mi deber. Ahora quiero ser yo mismo una temporada…”

Estamos ante una película con tintes tristes y dramáticos que aborda la situación de una familia en crisis. Una mujer, Eve (Geraldine Page) no acepta la separación planteada inesperadamente por parte de su marido, Arthur (E.G. Marshall). Eve contará con la ayuda y el apoyo incondicional de sus hijas… Hijas que tienen también sus propios problemas… Problemas generados en gran medida por el poco cariño o falta de atención mostrada por su propia madre hacia ellas a lo largo de sus vidas.

“No estés tan triste. Haces que me considere culpable… Es una ironía, a pesar de que yo estoy preocupada por ti y tu me correspondes con el desdén desprecio… me siento culpable”

Tenemos una historia sobre una madre que no pierde la esperanza de reconciliarse algún día con su marido, esperanza que es alimentada por una de las hijas y negada por la otra. Flyn (Kristin Griffith) se resiste a dar un respiro de optimismo a su madre. Todo lo contrario que Renata (Diana Keaton), más permisiva y compasiva con su madre que su hermana. En este triángulo de inseguridades y contradicciones se mueve la película.

“¿Qué te pasa, sigues pensando en tu madre?”

“No puedo creer que Renata la de ánimos… que la haga concebir falsas esperanzas”


Interiores aborda el tema de los golpes inesperados que a veces nos depara la vida por sorpresa, sin avisar. El amor de su marido que Eve lo tenía como un valor seguro, eterno y sin riesgo de perderlo.... del día a la mañana lo pierde. Así es la vida a veces de caprichosa que nos obliga a estar siempre en alerta y a no relajarse. Pero es que nadie dijo que vivir fuera fácil… o un camino de rosas.

Para Eve sus hijas no son suficiente motivación para compensar la pérdida del amor de su marido… Pero para sus hijas, cada vez es mayor la preocupación y angustia que sienten hacia la situación de su madre… ansiedades que trasforman en inseguridades existencialistas con sus propias parejas…

“A veces pienso que si tuviéramos un hijo… Oh no, señor, sólo de imaginarlo ya me angustio, sería algo irremediable…”

“¿Y qué me dices de la fotografía?... se te daba bien, tenías verdadera predisposición”


“La detesto, es una estupidez… Siento una necesidad imperiosa de expresar algo pero no sé lo que quiero expresar ni cómo expresarlo”

Joey (Marybeth Hurt) es tercera hija pero está “fuera de juego”. Es actriz, vive fuera, y está “out” de la situación actual de crisis que atraviesa su familia. Sin embargo, es el orgullo de la familia, la que ha triunfado, la que ha demostrado al mundo su talento.

La película estéticamente es bella, con pocos exteriores y muchos interiores… Interiores de hogares, interiores de personalidades, interiores… La cámara de Woody Allen nos regala unos planos bellos y elegantes de diseños y decoración de interiores que parecen sacados de una revista prestigiosa de muebles.

Interiores es básicamente una película de reflexiones y conversaciones entre mujeres, entre dos hermanas con caracteres bien diferentes y entre éstas con su madre. Reflexiones tristes, intensas y con mucha tensión contenida en sus diálogos. Estamos, como podréis comprobar, ante una película poco corriente de Woody Allen, una película carente de todo humor e ironía característicos en los films de Allen.

“¿Por qué esforzándome en seguir creando?, ¿con qué fin?, ¿con qué objeto?, ¿con qué propósito que lo justifique? La verdad, ¿importa realmente que alguien lea alguno de mis poemas cuando yo me haya ido para siempre?... ¿va a reportarme alguna compensación?”

¿Escenas para recordar?... más que escenas, conversaciones y diálogos para recordar y recomendar. No obviemos que estamos ante una película de Allen y esto equivale a calidad en los diálogos. No obstante, sí que hay una escena de gran calidad que quiero destacar y es la que tiene lugar cuando Arthur se presenta de improvisto en la casa familiar acompañado de otra mujer, Pearl (Maureen Stapleton), de la que se ha enamorado inesperadamente y con la que quiere casarse. Es una escena en la cual las emociones se desbordan y la cara de las hijas se transforma en sorpresa y desconcierto. Una gran escena.

Pearl, al contrario de Eve, es toda una amante de la vida y de las cosas sencillas. Arthur quedó prendado de de su vitalidad y energía que desprende y se enamoró de su fuerza y ganas de vivir… curiosamente, todo de lo que carecía su esposa Eve. La aparición de Pearl es breve pero intensa porque nos deja reflexiones tan interesantes como son, por ejemplo, las siguientes:

“Sólo se vive una vez pero es suficiente si lo sabes sacar partido”

“Arthur, come tarta, quién te lo impide... Llegarás a los 100 años si renuncias a todo lo que te gusta en la vida”

Así es el cine de Woody Allen, lleno de frases inteligentes, irónicas... Se trata, además, del primer film en el que Allen sólo dirige pero no actúa.

“Creo que tu eres demasiada perfecta para vivir en este mundo. Todas esas habitaciones tan exquisitamente amuebladas, esos tan interiores tan cuidadosamente diseñados… Todo tan controlado. No había lugar en ellos para los sentimientos humanos”

Y el mar habló por todos ellos... el mar. Final muy metafórico y bello.

La película es de 1978 y obtuvo 5 nominaciones al Oscar. Buena historia, buenas reflexiones, buenas conversaciones… buena película para disfrutarla con tranquilidad, en soledad o en compañía... Sin prisas, disfrutándola… como la vida misma.

“El mar está en calma”

“Sí, muy tranquilo”

lunes, 9 de junio de 2008

UN FRANCO, 14 PESETAS (de Carlos Iglesias)

Emprendían mucho más que un viaje. Iniciaban el camino hacia una nueva vida.

Pocas veces una frase (plasmada en su propio cartel cinematográfico) resume tan bien la esencia contenida en una película.

Es una película sencilla, sin grandes pretensiones... pero deliciosa, tierna, entretenida y muy recomendable de ver.

Estamos en la España de 1960, no corren buenos tiempos para la economía. Hay crisis (de la de verdad), despidos... Apenas hay trabajo... ¿Una posible solución?... Suiza.

“Martín nos vamos a ir a trabaja a Suiza tú y yo… que necesitan mecánicos fresadores, a si que sólo tenemos que rellenar estos impresos y presentarlos en el consulado.... ¿qué, qué me dides, Martín?”

“... Pues lo que dice tu padre… que es una gilipollez”

Es el mundo del cine hay ciertas películas que antes de verlas ya intuyes que te van a gustar. Quizás por sus actores, o por sus buenas críticas obtenidas… o simplemente porque te cae en gracia o porque te desprende buenas vibraciones... No sabría explicaros con certeza la razón, pero a mí con esta pelicula me ocurrió. La he tenido siempre cierta simpatía, incluso antes de verla.

Seguramente parte de culpa la tendrá su director, Carlos Iglesias, un tipo que siempre me ha caído bien y con el que me he reído en multitud de ocasiones gracias a su personaje televisivo tan entrañable como era Benito. Y con esos ojos de agradecimiento se ve mejor una película, no cabe duda, ¿no creéis?

"¡6.000 pts!... ¡el sueldo de 4 meses!… ¿cómo vamos a pagarlo?"

Carlos Iglesias, además de ser el director de la película, es también el guionista de la misma (en colaboración con Central de Guiones) y de esta manera nos explica él mismo cómo se animó a dirigir la película:

“Yo no soy director, en el sentido que no me hubiera atrevido nunca con una película de encargo. Pero también entendía que la propuesta que me hacía el productor de que yo era la persona más indicada para dirigir esto era lógica sino había que contárselo a otro señor que la iba a interpretar de otra manera… Y bueno, así ha sido más directo y saco partido a lo que yo realmente quiero contar, ¿no?”

¿Que por qué hablar de este tema tan de moda y tan poco tratado hasta ahora en nuestro cine?...
el propio Carlos Iglesias nos lo explica así de clarito:

“Empecé a escuchar en televisión y prensa el problema que había con la inmigración que venía a España, entonces se me ocurrió que a lo mejor era necesario contar nuestra emigración a Centro Europa en los años 60… Yo soy hijo de inmigrantes, me crié en Suiza, dediqué 2 veranos con inmigrantes que habían aquella etapa de los años 60, no sólo españoles sino también italianos, incluso hable con suizos como recibieron aquella avalancha de inmigrantes que les llegó en los años 60… Y con los recuerdos de mi padre y de los míos propios y con todo este material, hice un guión”

Por lo que como podéis comprobar, esta película tiene mucho de autobiográfica, y en la web de la película hay un apartado llamado El niño de la película soy yo en donde el propio Carlos lo cuenta perfectamente.

"Si las cosas se ponen feas te vuelves y que les den por… Aquí no te faltará un plato de lentejas”

El viaje en tren de Martín (Carlos Iglesias) y Marcos (Javier Gutiérrez), hacia Suiza es una gozada para el espectador. Bocata de chorizo, botella de vino... Tal y como nos lo habçian contado toda la vida nuestros padres y abuelos que así sucedía en los viajes largos de tren. Viajes en los que se compartía el queso, la tortilla, el jamón y, sobre todo, buenas conversaciones con los pasajeros del vagón... Esto sí que eran redes sociales, bueno, más bien redes de ferrocarril... pero sociales, que es lo que cuenta.

Es una película que está llena de momentos de ternura e inocencia como es la escena donde Martín y Marcos se llevan una alegría grande porque logran pasar en la frontera los bocatas de tortilla sin ser requisados por la policía suiza. O la escena de la anciana recogiendo los papeles de los bocadillos en el vagón, toda una lección de civismo... En definitiva, todo el viaje hasta su llegada a Suiza está repleto de escenas magníficas en donde reinan la amistad, el compañerismo y el buen humor.

Además es una película optimista, positiva, que habla del tema de la inmigración pero en un tono suave, agradable, casi de comedia. Nada agresivo ni ofensivo para el espectador. Un film en donde además, la música excelente compuesta por Mario de Benito acompañan perfectamente a la belleza de sus imágenes.

“Hay situaciones cómicas como corresponden a dos españolitos que salen de la España profunda del año 60 y se meten en una Europa de las libertades que había en Centro Europa en aquél entonces y entonces hay comedia, hay tragedia… y tiene todos los ingredientes como la propia vida” nos comenta su director.

Todo los actores del reparto están perfectos en sus papeles. El personaje de Carlos Iglesias, Martín, es tierno, inocente y lleno de bondad... Martín tiene algún registro que recuerda al personaje televisivo de Benito. Se que asimilarlo con este personaje puede significar para mucha gente sinónimo de mala interpretación pero, en mi opinión, es similitud de todo lo contrario. Como os he comentado, el personaje de Benito de la serie Manos a la obra me despertaba mucha simpatía. Es un personaje auténtico, jetilla, pero sin malicia alguna.

En propio Carlos Iglesias dice de su personaje... “Martín tendría un 60% de lo que era mi padre en los años 60 o cómo veo yo a mi padre desde esta distancia en aquella época y un 40% de otros señores que me han contado su historia”

El compañero de viaje de Martín, Marcos, está interpretado de forma magistral por Javier Gutiérrez. Qué gran interpretación la suya y qué gran actor. No le he visto aún haciendo una interpretación en la que me haya decepcionado. Sus personajes que encarna siempre desprenden cercanía, naturalidad y sobre todo, credibilidad. Aunque la película goza de un gran elenco de actores, pero quizás sea su interpretación lo mejor de la película… Y esto es decir mucho porque la película tiene y aporta muchas más cosas positivas.

Carlos Iglesias no dudó en darle el papel de compañero de batallas de Martín a Javier Gutiérrez y así de satisfecho quedó con su trabajo realizado “Javier lo ha bordado, Javier ha hecho un personaje con una humanidad increíble y llena de ternura y sobre todo llena de perfiles distintos que era lo que se buscaba. Es un personaje muy rico, con muchos matices… hay el de la amistad y el del egoísmo humano que también nos rodea constantemente y él ha sabido matizar muy bien. Me parece un trabajo magistral el que ha hecho”

El papel de Hanna, interpretado con una credibilidad pasmosa por Isabel Blanco, es muy bueno y sobre todo auténtico. La gente que no conozcan a la actriz Isabel Blanco, van a estar convencidos de que es una actriz suiza o al menos no española. Bueno, cierto es que parte de razón no les va a faltar porque Isabel, aunque es una actriz criada y formada en Galicia sin embargo nació en Berna (Suiza). Lo cierto es que Isabel está espléndida y brillante con su personaje de propietaria de la pensión en donde se hospedan Martín y Marcos.

Su personaje de Hanna encandila al espectador desde que aparece por primera vez en escena, y a Marcos y Martín... desde que la conocen. Con una sonrisa permanente es sus labios, su comportamiento es siempre agradable y correcto con ellos. Y claro, ¿a quién le disgusta ser recibido y tratado continuamente de una forma tan agradable y hospitalaria?... A nadie. Por muy diferentes que a veces nos creamos que somos las personas, sin embargo coincidimos en ciertas cosas como es en la que a todos nos gusta ser tratados bien, ser tratados con educación, con respeto y como lo que somos, humanos... ¿o no?

“¿Te gusta?”

“...sí...”

“¿Y la habitación?”


La mujer de Martín, Pilar, está interpretada con mucho acierto y temperamento por una gran actriz, Nieve de Medina. Su personaje es una mujer de carácter, con las ideas bien claras. Sabe perfectamente en cada momento lo que quiere y lo que es bueno o malo para su familia. Ella lleva el timón de su familia. Qué mejor que la propia Nieve para que nos describa su personaje:

“Pilar es una mujer con mucha fuerza, muy alegre y que no tiene grandes transiciones… son personajes muy sencillos y casi muy primario. Ella actúa siempre, actúa inmediatamente, no es reflexiva y tiene muchísima fuerza, se pone al mundo por montera. Es como nuestras mamás, nuestras abuelas…”

En esta película iremos descubriendo con los ojos de Martín y Marcos los avances de la Europa moderna, avances sociales, culturales y económicos inimaginables en la España de los años 60 como eran, por ejemplo, la posibilidad de tener agua caliente, papel higiénico, supermercados llenos de alimentos, zonas privadas para practicar nudismo, educación gratuita... España ha evolucionado más en libertades, derechos sociales y culturales… que en los últimos 20 siglos, curioso.

“El papel higiénico... ¿esto q es?”

“Para limpiarse el culo!... qué dices!”

“… Entonces aquí los periódicos... ¿para que les utilizan?”


Como podéis ver la película está llena de humildad, inocencia... y de humor. Además es hermosa y agradable de ver para los ojos del espectador, ya que posee una fotografía preciosa compuesta de verdes praderas, montes... ¡paisajes a lo asturiano!

“Querida Pilar, los días aquí pasan volando. Según llegamos nos hicieron una prueba en la fábrica y enseguida empezamos a trabajar… Españoles sólo hay uno, un catalán, pero no hemos hecho muy buenas migas… Esto es muy limpio y bonito pero muy aburrido… Hecho de menos los huevos fritos con chorizo, las lentejas o un cocidito de los tuyos. Lo del dinero es verdad, un franco cada 14 pesetas, a si que salimos por unas 13.000 pts al mes… Antes de que nos demos cuenta tenemos pagado el piso, ya lo verás…”

Y así, Marco y Martín pasan las primeras Navidades juntos en Suiza… Y el primer año… Y llega el dinero, los ahorros y la prosperidad. Y con la properidadad llegan sus mujeres de Madrid, y los hijos... Y así pasan 5 años.

“¿Sabes lo que me apetece?... Daría cualquier cosa por estar sentado en la Gran Vía tomándome una caña… viendo pasar gente”

Les va bien, pero es innato a la condición humana el no tener plena sensación de satisfacción con lo que tenemos. Siempre nos falta algo o echamos algo de menos … Somos unos eternos insatisfechos con lo que tenemos o poseemos. Y Martín y Pilar no iban a ser menos, a ellos les falta su familia… y el calor de la gente española.

“Hanna, vengo a despedirme, porque me vuelvo a España con mi familia a Madrid”

“En fin, siempre regresáis... a vuestra patria”

La tierra que les vio nacer les pudo más que la modernidad, los avances sociales y la calidad de vida que les ofrecía Suiza. En Madrid se encontrarán de nuevo con sus raíces, con su gente… y con la misma realidad económica que dejaron…

Dejan la calidad de vida, las verdes praderas, las normas de civismo y ciudadanía, una vivienda moderna y económica... por un pisos viejos, negrecido y excesivamente caro. Pero dicen que por nuestra condición humana, la tierra natal "nos tira mucho" y debe ser cierto....

¿Por qué se vuelven?... ¿qué les aporta volver a un Madrid aún sumergido en la crisis económica?... me sigo yo preguntando cada vez que veo esta película... Y nunca encuentro la repuesta.... Quiero pensar que es porque a veces las personas tomamos decisiones así de extrañas y caprichosas, así inexplicables para los que lo vemos desde fuera.... pero como todo en esta vida, los que decidieron volver a su tierra natal (con dinero ahorrado pero en peores condiciones) tendría sus razones para hacerlo, y por supuesto, sus decisiones que tomaron me parecen muy de ser respetadas (aunque no compartidas).

“No te des mucha prisa en volver, las cosas están mejor pero lo están para los mismos de siempre. Me está costando mucho encontrar trabajo… En este país al parecer ya soy un viejo, a si es que me he tenido que comer mi orgullo y he aceptado en hacer la prueba en Pegaso. Dura una semana y es como para extranjeros, incluso a ti te costaría sacarla y eso que fuiste el segundo de tu promoción… porque el primero iba enchufado... Ya te contaré si lo consigo pero no lo creo… Saluda a los compañeros, amigos y enemigos…”

Bueno, para mi consuelo, al menos Marcos se queda con su mujer y su hijo en Suiza. Me encanta lo que comenta la mujer de Marcos, con mucha sentido, tras leer una carta enviada por Martín:

“Qué desilusión, cuando estamos aquí, echamos de menos aquello, y una vez en España ¿añoramos Suiza?... Ya no somos de ninguna parte”

No se, quizás lo más sencillo es pensar que Suiza puede ser demasiado “fría” para la gente latina. Somos personas que se supone que tenemos la sangre un poco más caliente (o alterada) y que posiblemente necesitemos más el calor y el bullicio de la gente de la calle para sentirnos como en casa. No se… es por buscar una posible explicación.

“¿Quieres que paseemos por la calle de Alcalá?... ¿Nos tomamos unas cañas?....”

“¿Viendo pasar gente?”

“… Si, viendo pasar a gente”


Carlos Iglesias acaba su película dedicándosela a todos los españoles que emigraron en los años 60 a otros países en busca de trabajo y por supuesto a todos aquellos que les recibieron y les dieron un trabajo:

Dedicada a ellos, a todos ellos

Un Franco, 14 pesetas es una película sobre la amistad, sobre la familia, sobre la inmigración y... sobre la fuerza de voluntad que hay sacar en la vida cuando a veces las cosas se tuercen… En esos momentos en los que siempre hay que sacar fuerza para mirar y tirar para adelante... El film también nos quiere recordar que durante aquellos años no muy lejanos (años 60) los españoles también fuimos inmigrantes en su día en otros países (Alemania, Francia, Suiza...) Es un homenaje a esa época, a esa gente, a esos trabajadores.... En este sentido, los tres actores principales de la película nos dicen las siguientes impresiones acerca de la película:

Nieve de Medina (Pilar): “Es una película muy humana y muy cercana… y que sirve un poco para mirar una historia que un montón de gente no conoce. Es una lección que está bien, que nos viene bien a todos recordar, que no se la pierdan por eso… porque el cine puede ser muchas cosas. La película va a tener momentos muy divertidos pero de paso hay una lección que nos viene muy bien para ahora mismo que es la inmigración. Aunque la película no sea pretendidamente social… porque es el corazón de Carlos lo que vamos a ver…Pero nos va a venir, sobre todo a la gente muy joven vendría muy bien verla”

Javier Gutiérrez (Marcos): “Aunque es una visión muy amable de aquélla época, es una visión simpática de los inmigrantes que iban a Suiza o Alemania a o a Francia, porque no olvidemos que es una comedia aunque tiene sus toques dramáticos…Ahora es mucho más feroz. No es lo mismo viajar durante 4 días en un tren con bocadillos de chorizo que cruzar en patera el Estrecho y buscarse la vida en la que mucha gente se muere a mitad de camino”

Carlos Iglesias (Martín): “Yo lo que espero es que la gente vea una película tierna, llena de humanidad, de verdad. Una verdad absoluta de cómo nos trataron en la inmigración en los 60. Esa es la parte que yo quisiera que quedase en la retina del espectador…. Y que cada uno saque sus conclusiones sobre lo que fue, lo que somos, lo que fuimos… Cómo nos trataron, cómo tratamos… Me gustaría que cada uno sacara sus conclusiones”

Pues eso, que no dejéis de verla.

lunes, 2 de junio de 2008

CASUAL DAY (de Max Lemcke)

“En la calle da igual, pero aquí dentro no hay término medio. Aquí… o follas o te follan. ¿Tú quieres follar o qué te follen?”

Una vez más, una película española nos vuelve a mostrar la cruda realidad de la sociedad española, y esta vez nos la enseña desde el mundo de la empresa.

Casual Day nos habla de una herramienta de la nueva y moderna gestión empresarial, una técnica moderna del management del siglo XXI, importada de los EEUU, que tal como la define el propio personaje de psicólogo, interpretado con gran dosis de realismo y naturalidad por Alberto San Juan:

“Señores, el Casual Day no es solamente ir vestidos de calle, de hecho aquí hay gente que quiere ir de traje y va con traje. El Casual Day no es otra cosa que trabajo en equipo. Simplemente. Es decir, las cosas son en gran medida, lo que vosotros queráis que sea”

Por si no os ha quedado muy claro, la Wikipedia lo define así “Casual Day es una práctica empresarial importada de EEUU con la que las compañías aprovechan para llevar de viaje a sus empleados, normalmente al campo, y así fomentar las relaciones personales entre compañeros, reducir su estrés y, de paso, mejorar el rendimiento en el trabajo”

Bueno, luego hay otra definición menos “oficial” que más bien os recomiendo que no la hagáis mucho caso y es la que José Antonio (Juan Diego) le dice en una escena a su futuro yerno Rodrigo, Ruy (Javier Ríos) y es la siguiente:

“El Casual Day es para que te olvides del resto de los días. Para que no veas la realidad... porque la realidad es el Sr. Jefe López de Andrada con los señores de la sexta planta follándose por el culo a los 2.200 trabajadores de la empresa… ¿está claro?”

Quedaros mejor con las dos primeras definiciones, aunque bien es cierto que si la intención de esta herramienta de gestión empresarial es muy buena, no lo son tanto sus resultados que se obtienen con ella… Y es que... lo que no se haga en el día a día laboral, no se puede conseguir en 24 o 48 horas y ésto... es lo que se ve reflejado a lo largo de este film.

La película atrapa la atención del espectador desde el primer minuto, en una excelente escena rodada con acierto en primer plano donde Marta Etura, dando vida a una “niña bien” llamada Irene, confiesa todas sus dudas e inseguridades que tiene con su novio Rodrigo (Javier Ríos) ante su mejor amiga Marta (Estíbaliz Gabilondo). Una conversación con tintes celosos-surrealistas acentuado con un toque sensual. Original comienzo

Esta breve pero intensa interpretación de Marta Etura marca el banderazo de salida de esta ácida comedia caracterizada por contar con un gran elenco de grandes actores que aportan toda la fuerza y credibilidad necesaria que requieren sus personajes para que la película alcance altas cotas de credibilidad y realismo.

Para que el espectador comience a hacerse una idea de lo que le espera por ver en esta historia, su Director, Max Lemcke, nos presenta una escena grupal con todos los protagonistas de esta peculiar empresa, en la que su psicólogo (Alberto San Juan) ordena a cada miembro de este grupo elegir un instrumento musical y hacerlo sonar. Es una escena digna de ser mencionada que marca el comienzo del Casual Day.

"… Por eso yo os pregunto, ¿qué vais a hacer para que hoy sea vuestro Casual Day, y digo "vuestro", Casual Day?"


A partir de esta escena, se nos va presentando de una forma clara y rotunda a todos y a cada uno de los personajes que integran este grupo humano con sus diferentes y marcadas personalidades.
En primer lugar tenemos al líder, al jefe de la tribu, a José Antonio interpretado por Juan Diego, que una vez más, nos da una lección interpretativa de lo que es encarnar un personaje con soberbia, carácter y talento. A lo largo del film el espectador se olvida que es Juan Diego y sólo ve a un empresario lleno de ambición y sin escrúpulo alguno… Un personaje obsesionado con el poder, con el tamaño de su despacho, o con la adquisición de su nuevo coche.

“¿Tú sabes por qué yo estoy en la planta sexta?... Yo estoy en la planta sexta porque cada día antes de irme al trabajo me miro al espejo y me digo: Yo quiero estar en la planta sexta. Como un rezo, como una forma de rezar”

En la primera escena de José Antonio (Juan Diego), dialogando con su futuro yerno, Rodrigo (Javier Ríos) nos muestra su acentuada personalidad y en tan sólo unos minutos le deja bien claro a su futuro yerno (y a nosotros, los espectadores) cómo debe de actuar en la empresa... y con su hija Irene (Marta Etura). No necesita más tiempo para marcar territorio, distancia... y respeto. Esta escena, que podía valer como anuncio de una prestigiosa marca de automóviles, es de lo mejor de la película.

“Rodrigo, si tú quieres… puedes. ¿Te has fijado en el sillón de mi despacho?... De sentarte de los años se ve el dibujo… el dibujo del culo. El mío se ve, se ve perfecto. ¿Y sabes cómo se consigue?... Echando horas y horas, ahí, invierno, verano… Y más horas, haciendo empresa… Porque sino no se hace dibujo, y si no está el dibujo de tu culo, sirve para cualquier culo… ¿Me sigues o no?”

Pero si os ha quedado duda alguna sobre el carácter de este personaje carismático, la película nos regala una segunda escena que tiene de nuevo a Juan Antonio de protagonista junto con una inocente y novata trabajadora llamada Bea, interpretada con mucha credibilidad por Malena Alterio. Bea, elegida como víctima para sufrir las consecuencias de la incorporación de una nueva persona en la empresa por vía “enchufe”, se ve totalmente débil, inferior e impotente ante el poder de orden y mando de su jefe, José Antonio. Una escena llena de doble sentido en la que Juan Diego lleva y dirige la conversación de su personaje por donde él quiere y le conviene. No hay otra dirección, él manda, él el jefe. No hay posibilidad de discutir su decisión, sólo de acatarla con la mejor cara posible. Excelente escena igualmente.

“Para que te hagas una idea, llevan lo mismo que nosotros pero en el área de Castilla-León”

“¿Castilla-León?”

“Sí, digamos que el centro neurálgico está en Palencia”

“¿En Palencia?”

“En Palencia, sí, pero moviéndote, eh?, nada fijo. Por cierto ¿tu no eras de por ahí, no?”

“De Logroño”


Logroño, pues eso, oye mal… pues mal no te viene. La familia, los amigos… yo creo…”

Es tal el peso que tiene Juan Diego en este filme coral, que como dice el propio Max Lemcke fue el primer intérprete en confirmar su presencia y esto fue una especie de estrategia que le sirvió de gancho para convencer al resto de los actores "Juan Diego dijo que sí rápidamente, los demás fueron leyendo el guión, sabían que ya estaba Juan y se apuntaban" comenta Max.

Todos los personajes que salen en esta película tienen personalidades tan distintas y dispares que cada uno de ellos daría para hacer una película con cada uno de sus personajes. En esta empresa (ejemplo de una empresa “tipo” de la que hay por el mundo empresarial) tenemos tal variedad de personalidades, que hay para todos los gustos...

... Por una lado tenemos una personalidad llena de soberbia y orgullo como es la de el personaje Cholo (Luis Tosar), que utiliza su posición de poder en la empresa para conseguir sus objetivos sin educación alguna y de una manera poco ética.

... Por otro lado nos encontramos con una personalidad más insegura y rencorosa como es la de Almarcegui (Secun de la Rosa).

... O también tenemos un perfil más conformista como es el personaje de Arozamena (Álex Angulo), poco amigo de meterse en jaleos y líos.

… También hay personalidades más optimistas, llenas de ilusión y aún “no contaminadas” por el pesimismo del resto de los compañeros, como son los personajes de Rodrigo, Ruy (Javier Ríos), y de Marta (Estíbaliz Gabilondo)

... Pero también tenemos una personalidad más pícara y astuta, de estar "de vuelta de todo” como es el del personaje de Morales interpretado por un Arturo Valls que nos recuerda en alguno de sus registros a su célebre personaje en la famosa serie televisiva con aroma a café.

... O incluso tenemos un perfil de personaje con la moral e ilusión por los suelos, al borde de la depresión, como es el personaje de Velasco, interpretado por Carlos Kaniowsky.

“¿Podría ser, pregunto, que alguna circunstancia de tu vida personal esté afectando a tu trabajo?"

"Oye, a ti te lo ha comentado alguien, quién?"

“No eres una isla Eduardo. Lo que a ti te pasa repercute en grupo, entiendes?….”

Y para dirigir a este complejo grupo humano tenemos a un maestro de orquesta, un coach, un profesional externo de la empresa… El psicólogo del grupo, interpretado magistralmente por un Alberto San Juan que una vez más nos ofrece una interpretación sencilla, humilde y repleta de credibilidad. Alberto San Juan se supera en cada nueva película que hace. Su excelente interpretación, junto con Emma Suárez, en Horas de Luz, nos descubrió a un actor lleno de grandes posibilidades y de mucho talento... Y así lo ha ido demostrando en distintas películas hasta obtener el reconocimiento de la Academia con su merecido Goya por su entrañable interpretación en Bajo las Estrellas (igualmente junto a Emma).

Más de una persona se sentirá identificada con alguno de los personajes que la película contiene porque como os comento, hay suficientes personalidades bien distintas para que cada uno elija la que más se adapte con la suya. Y sino, seguro que encontraréis en alguno de ellos alguna similitud con la de algún compañero de trabajo porque lo que se ve en Casual Day es un reflejo muy fidedigno de la realidad empresarial que ocurre en muchas de las compañías de nuestro entorno.

"A mí me interesan las cosas que ocurren día a día, y desde luego esa precariedad y esas actitudes las veo constantemente" dice su director, que buscó la tensión de la acción en los propios diálogos de sus actores como así se desprende se sus siguientes palabras: “Me siento más cercano a Glengarry Glenn Ross, porque he llegado al cine desde la fotografía. Por eso he cuidado la tranquilidad en la imagen, en la composición. La tensión ya surge de los diálogos".

Lo cierto es que Casual Day es una película que nos devuelve a una realidad empresarial que a veces se nos escapa de las manos u obviamos cuando vemos alguna película de producción americana que nos suele presentar una realidad empresarial bastante distinta. Normalmente, más idealista y bastante más alejada de la realidad diaria empresarial.

Hoy en día, las nuevas teorías políticas, sociales y empresariales tienden a mostrarnos que es posible un ambiente de trabajo ideal. Un lugar de trabajo imaginario donde exista una verdadera igualdad de sexos (Ley de Igualdad), un lugar donde reine el buen compañerismo (sin envidias ni malos rollos), un lugar donde se de una cordial y respetuosa relación entre empresarios y trabajadores, entre patrones y asalariados. Un lugar imaginario, es decir… El mundo de Yupi.

Como apoyo a estas nuevas tendencias empresariales, surgen continuamente nuevas técnicas de gestión empresariales nacidas (en principio) para conseguir estos fines. En decir, herramientas de gestión empresarial que persiguen conseguir, entre otros objetivos, que la relación entre superiores y subordinados sea cada vez más humana, más diálogo y menos “de imposición” para que reine un buen ambiente dentro de la atmósfera empresarial y esto, por supuesto, se vea reflejado positivamente en la cuenta de resultados de la propia empresa.

Claro, todas éstas técnicas de la moderna gestión empresarial están dotadas de muy buena intenciones pero la realidad empresarial del día a día nos viene a demostrar muchas veces que la práctica es a veces muy diferente a la teoría y que en el día a día no es tan fácil la aplicabilidad de estas técnicas porque dependen de múltiples factores externos como son la motivación de los propios trabajadores, la remuneración o las circunstancias personales de éstos… y esto es lo que nos quiere mostrarnos esta película.

Casual Day nos da una visión cercana y realista de lo que ocurre en un gran número de empresas, sobre todo en empresas de un tamaño y facturación importante. Empresas normalmente veteranas que cuentan con amplias plantillas en las que tienen trabajadores con bastantes años de experiencia trabajados a sus espaldas.

Casual Day nos habla de realidades y miserias que se da en toda buena empresa y grupo humano que se aprecie. Como dice una crítica que leí recientemente en la Revista Fotogramas del pasado mes de mayo “Casual Day es una estimulante película que arroja luz sobre la real situación de las relaciones laborales en un mundo de nuevas tecnologías, pero en el que subsisten los viejos lazos que siempre han vinculado a patrones y asalariados”

La crítica, por el momento, ha sido bastante respetuosa y benévola con la película, como son las siguientes que os he seleccionado:

El País "Es un retrato coral sobre el desprecio privado y público tan descarnado como jocoso, interpretado por un magnífico grupo de cómicos. Escrita con precisión, sencillez y negrísimo sentido del humor"

ABC "Texto brillante, que recuerda, por temática y naturalidad, a Smoking room. Es un gustazo toparse con un producto de la tierra capaz de conectar con las inquietudes del espectador”

El Mundo "Cercana a nuestra mejor tradición del esperpento, divertida a fuerza de deprimente o ridícula en el fondo, mientras que cuando se pone un poco seria y tantea el drama, la impresión es de inverosimilitud"

Fotogramas "Hilarante, con tono ácido, pero al tiempo de inusual áspera elegancia. Lo mejor: el elenco. Todos sin excepción"

Cinemanía "Comedia divertida y amarga al tiempo, sin pedantería ni salidas de tiesto. Fiel a las esencias corales de la comedia berlango-azconiana, está libre del pecado televisivo"

Creo que si os animáis a verla, no os va a defraudar porque Casual Day no deja de ser más que un reflejo de lo que es buena parte de la sociedad, es decir, un grupo humano donde se mezclan caracteres y personalidades bien diferentes que tienen que convivir juntos todos los días. Al final y al cabo una empresa no deja de ser más una especie de segunda familia, con sus relaciones de liderazgo y respeto, con sus envidias, sus favoritismos, sus normas…

“Aquí… o follas o te follan. ¿Tú quieres follar o qué te follen?”

Pues esto es lo que hay. El mundo empresarial, en la mayoría de los casos, sigue siendo bastante competitivo y ambicioso en la consecución de sus fines (por mucho q no empeñemos en negarlo u obviarlo).

Y vosotros, ¿cómo sois?... ¿competitivamente pasotas o de los que no os gusta perder ni al parchís?