
Antes ver a alguien sólo era un síntoma de demencia, ahora, define la categoría social. Y el uso de tarjetas está sustituyendo al de monedas. Aunque, a pesar que cada vez se utilicen más lo móviles, unos 4 millones y medio de residentes y 2 millones de visitantes siguen utilizando teléfonos públicos con regularidad.
Esta es la cabina de la 53 con la octava, puede ser que sea e último vestigio de intimidad en el west side de Manhattan. Es la última cabina de este tipo y aún sigue funcionando, desde aquí se realizan hasta 300 llamadas diarias. Esta cabina ha sufrido 41 robos en los últimos 6 meses. La compañía Verizon tiene previsto desmontarla y sustituirla por un kiosco mañana a las 8.
A tan sólo 2 manzanas, se encuentra el hombre que será el último ocupante… de esta cabina.
¿Interesante, no?... pues así de prometedor es el comienzo de esta película repleta de suspense, emoción y buena acción.
Película breve en duración (tan sólo 82 minutos) pero de intensa angustia en los que su Director, Joel Schumacher, ha sabido dar un ritmo frenético y trepidante a una historia bien sencilla de contar: Stu Shepard (Colin Farrell) un publicista ambicioso de NY es amenazado telefónicamente por un francotirador que le tiene totalmente acorralado y controlado en todos sus movimientos físicos y… también los que no son tan físicos o corporales. Como dice un comentario muy acertado del periodista Hunter, del Washington Post "Phone Booth (nombre original de la película) tiene una duración de 82 minutos neoyorquinos, todos ellos excitantes"
Cierto es que me ha costado bastante en decidirme a ver esta película, estrenada en el año 2003, porque, si os soy sincero, no me atraía lo más mínimo ni su historia ni su actor protagonista, Colin Farell.
De Colin, aún después de reconocer su más que aceptable interpretación en este film, sigo pensando que es un actor que no me acaba de convencer en absoluto y que su carrera cinematográfica está llena de continuos alti-bajos. Tiene actuaciones insustanciales y carentes de talento como son las que tuvo en Alejandro Magno, Daredevil o en La Prueba junto al mismísimo Al Pacino. Aunque también es cierto que cuenta con otras de aceptable calidad, como fue el personaje lleno de carácter y aplomo que interpretó en Minority Report.
Innegable es que su actuación en Última Llamada es correcta y creíble. Está convincente en su papel de asesor publicitario arrogante y ambicioso que utiliza la mentira y el engaño como armas de supervivencia en una jungla empresarial tan competitiva como es la ciudad de NY.
De la calidad de su interpretación dependía casi la totalidad de la credibilidad de la película. Colin tenía la responsabilidad de que sus registros interpretativos fueran lo suficientemente verídicos y naturales para que la película consiguiera tener la carga de tensión que exigía el guión. Si sus registros no hubieran sido convincentes, esta película no tendría el suspense ni la intriga de la que está dotada.
Ni siquiera el gran potencial de actores secundarios con los que cuenta el film hubiera sido suficiente para hacer creíble la historia si la interpretación de Collin hubiera sido mediocre y carente de fuerza. El director arriesgó dando todo el peso interpretativo de la película a Collin, aunque como os digo, éste “salva los muebles” de una manera bastante digna. Arriesgada decisión pero superada con nota.
Como dice el propio Joel Schumacher “son tantos los personajes secundarios que aparecen a lo largo del film que más bien parece una película coral por la gran cantidad de personajes que hay con pequeños papeles: el jefe de policía, el pizzero, las prostitutas, ...”. Pero como os digo, todo este conjunto de grandes actores con pequeños papeles no hubieran salvado la película si la interpretación de Colen no hubiese estado a la altura de las circunstancias y de las expectativas creadas.
Además de Stu Shepard (Colin Farrell), personaje principal de esta trama trepidante de acción, el film cuenta con un segundo personaje de peso, casi principal… pero que curiosamente sólo está presente mediante su voz. Nunca aparece físicamente en la pantalla (excepto un minuto en la última escena), su presencia es sólo sonora. Me estoy refiriendo al francotirador invisible interpretado por Kiefer Sutherland, que una vez más, recomiendo disfrutar de su impresionante voz en su versión original ya que Sutherland logra entonar su potente voz grave y profunda de tal manera que consigue intimidar al propio espectador con su ingenio e ironía… y con sus incómodas carcajadas.
Estas dos interpretaciones principales están apoyadas y complementarias por otras secundarias de talento, como es la de Forest Whitaker (El capitán Ramey), la de Radha Mitchell (Nelly, la mujer de Stu) o la de la mismísima Katie Holmes (Pamela, clienta y algo más para Stu)... Todos estos personajes, unidos por el pleno desconcierto y por la situación incierta del momento. Todos están involucrados, todos están relacionados, todos están inmersos en esta pesadilla. Todo están… en el punto de mira.
La película está bien, entretenida, sin más. Al menos su guión está curioso, es original y novedoso (guardando las distancias con la película-corto de Mercero) y sobre todo es innovadora en la forma visual trepidante que tiene en la forma de narrarnos los hechos que en ella acontecen.
Y es entretenida porque desde el minuto 1 comienza a tener su acción un ritmo palpitante con escenas y situaciones muy dinámicas y entretenidas para el espectador. Su Director, Joel Schumacher, sabe perfectamente transmitir ritmo y emoción a sus películas como ya lo demostró en películas como en Línea mortal, Un día de furia o en Asesinato en 8mm.
Ésta es también la típica película que provoca opiniones bien distintas y opuestas… Habrá quien la valorará como “bastante buena”, otros como “entretenida” o “pasable” y otros como “vacía, fantasma y absurda”. Como prueba, podéis ver dos críticas que he encontrado en dos webs dedicadas al cine, con opiniones bastante diferentes:
La Butaca: “Una obra ágil, amena, breve e intrigante, un filme con apariencia de producto televisivo que finalmente parece haber sido reciclado para la pantalla grande. En cuanto al reparto, resalta la sorprendente corrección del habitualmente sobreactuado Colin Farell”
Filmaffinity: “La historia de partida es trepidante, entretenida y original... pero el resto de la película es como todos sus personajes de fuera de la cabina: un par de retazos vacíos, sin profundidad, sin ninguna implicación por parte del espectador (por mí, como si liquidaba a novias, polis y transeúntes varios). Y cuando uno pide más información que alimente su interés, va la cosa y se acaba. Resumiendo, lo único bueno de "Phone Booth" estaba dentro de la cabina: algunos diálogos, un estupendo Farrell y la impresionante voz de Sutherland en versión original”
Como pequeña curiosidad de la película, la que nos comenta Roger Ebert, del Chicago Sun-Times, sobre el guionista de la película "La película es esencialmente una obra con moraleja, y no es un sorpresa que Larry Cohen, el guionista, tuviera esta idea hace 20 años... cuando todavía había cabinas telefónicas y obras con moraleja"
¿Lo peor de la peli?... pues, como ocurre en muchas de las películas americanas, que en su trasfondo suele haber siempre una lección de moralidad para los espectadores, pues ésta película no iba a ser menos. Y es que esencialmente lo que nos cuenta esta película no es más que la historia de un justiciero (vestido de francotirador) que va imponiendo “su justicia” por las calles de la ciudad de los rascacielos. Vamos, una especie de Dios que quiere conseguir un mundo ideal donde la gente obre sin engaños, sin malos actos y sin infidelidades. Que perdure en ellas la sinceridad, la nobleza… pero claro, a su manera. Es decir, el mundo de Yupi.
Pero bueno, lo importante es que esto es sólo cine, es ficción… a si que, ¿os apetece evadiros durante poco menos de hora y media del stress y de la rutina diaria?, pues con Última Llamada lo conseguiréis. Es puro entretenimiento.
¿Lo peor de la peli?... pues, como ocurre en muchas de las películas americanas, que en su trasfondo suele haber siempre una lección de moralidad para los espectadores, pues ésta película no iba a ser menos. Y es que esencialmente lo que nos cuenta esta película no es más que la historia de un justiciero (vestido de francotirador) que va imponiendo “su justicia” por las calles de la ciudad de los rascacielos. Vamos, una especie de Dios que quiere conseguir un mundo ideal donde la gente obre sin engaños, sin malos actos y sin infidelidades. Que perdure en ellas la sinceridad, la nobleza… pero claro, a su manera. Es decir, el mundo de Yupi.
Pero bueno, lo importante es que esto es sólo cine, es ficción… a si que, ¿os apetece evadiros durante poco menos de hora y media del stress y de la rutina diaria?, pues con Última Llamada lo conseguiréis. Es puro entretenimiento.